Mi carrera profesional la realicé en la Escuela Normal Superior de Nayarit, la cual me entusiasmo mucho ya que mi mayor anhelo era dar clases y más que estuviera relacionada con los números, pues me decidí por la especialidad de Matemáticas.
Al finalizar mi carrera conseguí trabajo en una secundaria en el estado de Sonora, que por motivos familiares tuve que renunciar a los 6 meses, al tiempo me incorporé a este plantel donde se me contrató para impartir las asignaturas de Matemáticas, por lo que sentí muy feliz, a pesar de eso batallé mucho ya que era un cambio drástico de atender a jóvenes de secundaria y llegar a otro nivel donde los jóvenes son de mayor edad, con otros tipos de problemas, con otro tipo de interés. Por mi falta de experiencia en la aplicación de técnicas pedagógicas y de comunicación me resultaba muy difícil llevarles el mensaje. Las evaluaciones que aplicaba eran improvisadas, en ningún momento abarcaban todos los aspectos relacionados con el proceso Enseñanza-Aprendizaje; no fue hasta pasado algún tiempo que empecé a tomar algunos cursos los cuales me permitieron realizar mejor mi labor.
Me siento muy feliz cuando me encuentro a jóvenes profesionistas que fueron mis alumnos y me agradecen el que haya sido su maestra o que tan solo me saluden con gusto por haberme encontrado; más no todo es felicidad porque hay ocasiones que siento que di mi mejor clase, que me preparé al 100% con todo, mis secuencias, planeación y nada resulta no motive a mis alumnos es cuando siento de todo se viene hacia abajo.
Pero siempre si me caigo sé que me tengo que levantar, por eso siempre doy gracias a Dios el haber elegido esta profesión.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Mi confrontación con la docencia
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